Los perros se lamen no sólo para mostrar afecto, sino también para expresar su limpieza facial y establecer vínculos sociales.
El movimiento de la cola puede indicar distintas emociones, según la altura y la velocidad del movimiento.
Los perros pueden avergonzarse de sus actos, como demuestran su postura y expresión facial después de hacer alguna travesura.
Es un mito que los perros sólo ven en blanco y negro. Pueden ver algunos colores, pero su visión es más limitada que la de los humanos.
Los perros pueden sentir celos y sentirse excluidos cuando se presta atención a otros animales o humanos.
Algunos perros pueden oler cuando alguien tiene migrañas, ataques epilépticos o niveles bajos de azúcar en sangre.
Los perros tienen el impulso natural de girar en círculos antes de tumbarse, una reliquia de sus antepasados que lo hacían en la naturaleza para crear un lugar cómodo para dormir.
Los perros pueden reconocer las emociones humanas y responder a la entonación de la voz y las expresiones faciales.
